Aún puedo recordar claramente el panfleto que ofrecía este proyecto en aquella feria de casas realizada en la ciudad de Panamá, una de las cosas que nos llamo la atención, fue la promoción sobre aspectos de seguridad que la empresa Vía Tertia ofrecía a sus para entonces, futuros clientes. La verdad todo pintaba de maravillas, ya que se ofertaba una vivienda inteligente, con alarma, garita y sistema de vigilancia.
Si bien ciertos aspectos de esta publicación que ofertaba valores agregados a la compra de las casas se cumplieron, otros puntos han quedado inconclusos a la fecha de publicación de este artículo, aún hoy hay vecinos que esperan se les brinde todo lo publicitado en los panfletos de promoción. Si alguien quisiera corroborar esta información solo basta hacer un recorrido por el residencial, para escuchar de viva voz lo que opinan los residentes al respeto.
Uno de los aspectos que me motivo en ese tiempo a adquirir una vivienda en este proyecto, fue que se ofrecía una barriada cerrada, con cámaras de seguridad en las calles, pero al contrario de lo que se promocionó en ese tiempo, al día de hoy en la mayor parte del residencial no se puede apreciar lo que podría denominarse «una barriada cerrada», y las llamadas cámaras de seguridad, solo se apreciaron en las primeras calles del residencial, siendo que algunas ni siquiera parecían funcionar.
En las primeras protestas que realizó la comunidad cuando aún era posible ubicar a la promotora, en una de las reuniones que se hicieron en la Alcaldía de Arraiján, nos enteramos posterior a dicha reunión, que supuestamente nunca se ofreció una barriada con muro de cemento en su perímetro, según nos dicen los vecinos que asistieron, sino que según los representantes de dicha empresa, era de alambre ciclón.
Esto para muchos, resultó ser una gran sorpresa puesto que siempre pensamos que dicho muro sería de cemento, lo cual como en otras barriadas brinda mucha mejor seguridad que una simple cerca de ciclón.
Pero inclusive dicha cerca solo se puede apreciar en algunos sectores de la barriada, y en realidad no brinda la seguridad que una verdadera cerca de cemento hubiera ofrecido; muchas personas ajenas al residencial simplemente la rompen para acortar camino hacia donde desean dirigirse.
Sin temor a equivocarme, creo que la gran mayoría de residentes a la fecha considera que:
«Se nos brindó una ilusión de barriada segura»
Y como pintan las cosas, ahora sin tener ni siquiera una ubicación fija donde localizar a los responsables del proyecto, pareciera que todo se mantendrá así, sin siquiera terminar la cerca de ciclón que aparentemente iban a construir.
Por lo que el residencial es a la fecha:
Una verdadera coladera en múltiples áreas, por las que pueden ingresar personas que no tienen nada que ver con el residencial.
Si bien algunos residentes han tenido la iniciativa de intentar cerrar algunas áreas de la barriada, estos esfuerzos podrían no ser suficientes, por la cantidad de espacios abiertos y los costos sumamente elevados que conllevaría intentar cerrarlos adecuadamente.
Algunas personas podrán argumentar que a estas alturas ya para que nos quejamos, si no se dio una acción efectiva por diversas razones de distinta naturaleza para encarar este problema. Pero la razón de este escrito, es que ese incumplimiento con lo ofertado por parte de la empresa promotora, esta afectando en la actualidad a muchos residentes del Edén, ya que:
Muchos residentes están siendo victimas de robos de distintas formas producto en su gran mayoría, de las múltiples áreas abiertas que existen en el residencial.
El propósito de este escrito, es pues alertar a los futuros compradores de viviendas, de la urgencia de trabajar con empresas que cumplan completamente con lo que ofertan en sus proyectos, para que no se vuelva a repetir la misma historia que se ha dado en el Edén.